Realizar un ejercicio variado no solo va a mejorar nuestra calidad de vida proporcionándonos mayor vitalidad para cualquiera de nuestros actos cotidianos, sino que también va a ser una fuente importante de salud al reforzar nuestro sistema inmune.
El ejercicio moderado mejora el funcionamiento del sistema inmunológico reduciendo el riesgo de sufrir gripes u otras enfermedades respiratorias, ya que puede ayudar a eliminar virus y bacterias de las vías respiratorias por medio de la actividad ventilatoria que se produce durante el ejercicio.
Con el ejercicio, la temperatura corporal se eleva y ayuda a impedir el desarrollo de la infección.
El ejercicio moderado también influye sobre el estrés. Lo hace disminuyendo la secreción de cortisol y otras hormonas que influyen negativamente en el sistema inmune.
Es vital saber adaptar nuestro cuerpo y organismo a la práctica del ejercicio físico con la ayuda de un supervisor.