Activar el organismo, los músculos y el sistema óseo y prepararlos para la actividad física requiere de un período de calentamiento más extenso si se quiere aprovechar hasta el último de los movimientos.
Pero si consigues vencer la pereza y levantarte temprano para entrenar, los beneficios son innumerables:
1) Entrenar por la mañana estimula el metabolismo, más que los entrenamientos de tarde o nocturnos.
2) Si tu objetivo es perder peso y reducir grasa corporal acumulada, así como aumentar tu resistencia en el entrenamiento y sentirte con un mejor estado de ánimo durante el día, entrenar por las mañanas es una opción muy favorable para conseguirlo.
3) Practicar ejercicio físico matutino repercute en un mayor control de tu descanso diario.
Pero por encima de todo, debes encontrar el momento en el que te sientas más comprometido y motivado para entrenar, ya que esa es la clave para el éxito y la consecución de tus objetivos.